Preparándote para un día en silencio: 10 consejos clave

El momento de la verdad

Es importante reconocer que, en un mundo cada vez más ruidoso y conectado, un día de silencio puede ser un acto de rebelión a la norma. El silencio no tiene que ser aburrido o monótono, sino una oportunidad para conectar con uno mismo y con la naturaleza. Algunas personas podrían sentirse ansiosas o nerviosas al principio, pero con la preparación adecuada, puede ser una experiencia transformadora.

Gestión del estrés previa

Antes de ingresar a nuestro día en silencio, es impresionante reducir y planificar todo tipo de estrés. A continuación, te dejo algunas actividades que podrías considerar:

  • Realiza ejercicios físicos regulares para liberar endorfinas, que ayudan a quedarse con la calma en ti.
  • Medita antes y durante tu día de silencio, para hacerlo de una forma tranquila, sin muchos pensamientos. Practica la meditación guiada de Mindfulness
  • Evita información nueva y de tu correo electrónico, para no recibir correos electrónicos. Considera programar una dirección de correo de trash

Familiarizarte con el estado de silencio

El día de silencio debe ser una experiencia digna. Imagina estar en un refugio natural pero sin los siguientes elementos:

– No tener señal de Internet
– No grabar ni poder escuchar música
– Aprende a leer sentado, evita leer en la cama
– Debes limitar tu consumo de electrodomésticos, sólo lleva lo indispensable a la ubicación que has decidido.

Solicitar ayuda cuando sea necesario

Aunque tu objetivo sea pasar un día en silencio, recuerda que no estás solo. Si, por alguna razón, te sientes abrumado o te sientes sin inspiración, no tienes la obligación de atravesarlo solo. Podrías acudir a tus amigos y familiares, o incluso a tu pareja.

Levantar la moral, hacer que te sientas bajo control

Un día en silencio puede parecer una aventura difícil, no tienes que ponerte a venderlo demasiado. Recuerda que siempre hay un final al día, y este final es invariablemente siempre el mismo: ir quedarte a dormir. A finales del día los minutos pasan más tranquilo de lo que crees. Respira profundo varias veces y así puedes relajarte.

Preparar la comida adecuada para tu día en silencio

La comida es una parte muy importante de tu día de silencio. No te olvides de comer lo que te gusta, pero ten en cuenta algunas consideraciones importantes:

– Asegúrate de consumir frutas y verduras para garantizar un buen estado de salud y, por otro lado, nutritivos y fácilmente asimilados. Mándalas directo a tu puerta. Haz personalizaciones según tus preferencias vegetales.
– Mantenerte libre de procesados, a fin de no comer estres, o sobre-alimentado etc.
– Limpiarte bien después de comer.

Preparar tu física y mental antes de meter el hombro

Un día en silencio es principalmente para ti y tú. Prestar un poco de atención a tu estado corporal puede ayudarte muchísimo a superarlo más fácil, y esta puede hacerte muchísimo más contento una vez que acabe.

Dedicar tiempo a la contemplación

Un poco de contemplación después de comer puede ser muy beneficioso. Sentarte a un lugar tranquilo y reflexionar puede ayudar a la claridad de tu pensamiento y centrarte.

No tener ningún ritual en el momento en el que termina día, a no ser que te duermas

El día no tiene que tener celebración y de igual forma no necesita celebrarse lo mismo que el cumpleaños. Deja pasar tantas horas como tú quieras, o acuéstate cuando estés cansado. Siempre puedes asomar la luz siguiente mañana en el día siguiente en el momento en que llegue.

No pensar en contar el número de minutos en tu día de silencio

No es bueno perderte considerando los minutos de descanso, no tiene que pensar en el tiempo. La idea de llevar el tiempo le puede tomar algo de alegría de la experiencia y le puede quitar valor.