El misterio de los dedos arrugados
Los seres humanos tenemos una característica única en comparación con otros primates: nuestros dedos se arrugan en el agua. Algunos pueden pensar que esto es solo un peculiar defecto de la evolución, pero en realidad, se trata de una adaptación que nos ha permitido desarrollar un agarre más fuerte en diferentes entornos. En este artículo, exploraremos la historia de este asunto y descubriremos cómo nuestra anatomía nos ha permitido convertirnos en depositarios de la tecnología.
El concepto de «garras de ángel»
La expresión «garras de ángel» se refiere a la capacidad de ciertos seres humanos para desarrollar dedos retorcidos y gruesos a medida que envejecen. La relación entre esto y el agarre se encuentra enraizada en la anatomía del puño. Los dedos arrugados son una característica común en muchos lugares del globo y su causa es aún objeto de debate.
¿Por qué nos arrugamos el dedo?
- Cambio en la presión de los huesos: A lo largo de la vida, los huesos del esqueleto humano se hacen más densos y resilientes. Esto puede provocar que los dedos se arruguen.
- Pérdida de grasa corporal: Con la edad, la grasa se pierde en diversas partes del cuerpo y esto puede afectar a la forma del puño.
- Aterosclerosis: De manera gradual, los vasos sanguíneos se velan de grasa. La grasa se introduce a los vástagos neuromusculares. Por eso nuestra fuerza muscular disminuye.
El agarre en los seres humanos
El agarre en los seres humanos depende de la cantidad de fuerza que se ejerce en el objeto que se quiere aprehender. Uno de los factores que más ayuda en este aspecto es el movimiento de los músculos. El uso de los músculos ayuda a aprehender y a mantener firme el movimiento que se nos presentan. Debido a esto, en épocas remotas los báculos ayudaban a nuestros antepasados en el desarrollo de poderosos músculos. Esto ayuda a la aparición de músculos.
Factores que influyen en nuestro agarre
- La fuerza muscular: la cantidad y la potencia de fuerza en nuestros músculos influyen en la cantidad de presión que se ejerce.
- El movimiento: la ubicación de los centros de equilibrio y la actividad muscular influyen en nuestra agarre.
Teorías sobre la adaptación evolutiva
Según los científicos, la adaptación evolutiva ocurre cuando una característica se vuelve tan útil en una población que se hace más común y perdura a lo largo de las generaciones. En el caso de los dedos arrugados, se cree que se trataba de una adaptación para mejorar el agarre, lo que podría haber sido beneficioso en entornos donde la presión sobre objetos estaba muy desarrollada.
La relación con la forma del puño
Mediante los estudios encontramos una relación muy clara entre estos y el agarre que tenían a la hora de su encuentro. Se constató que las personas con una mayor cantidad de músculos en su mano tenían poco agarre que ejercen. A cambio sus manos eran más suaves con sus compañeros porque cuando se daba el encuentro era necesario frenar un nuevo movimiento a velocidades de super 300 km.